Bolivia atraviesa una coyuntura política difícil. Como todos los países de Latinoamérica, su plan de desarrollo debe de lidiar con los centros mundiales de poder afianzados tras la segunda guerra mundial; entre tantos, se pueden visualizar tres ejes de dominio, ya clásicos: la ingeniería financiera, las reglas de comercio internacional, y las tradicionales infiltraciones de los departamentos de Estado.
Intervención por el litio
Evo Morales denunció que EEUU prepara una intervención en Bolivia. El ex presidente afirmó que existe un plan para apoderarse de los 21 millones de toneladas de reservas de litio del país. Junto a Argentina y Chile la reserva suma 43 millones de toneladas, estos concentran en conjunto las mayores reservas del mundo.
“Denunciamos que EEUU prepara a través del Comando Sur la ejecución de un plan intervencionista en Bolivia y países hermanos de la región con la excusa de garantizar democracia y la seguridad. Su verdadero interés es someternos políticamente para robar nuestros recursos naturales” señaló Morales.
Cabe recordar que Laura Richardson, jefa del Comando Sur de EEUU, manifestó ante la Cámara de Representantes que China estaba expandiendo su influencia en Sudamérica y el Caribe. También afirmo que su país está al frente de una década decisiva sobre el control del hemisferio sur.
Evo Morales sostuvo “Además de reiterar su obsesión por la explotación de los recursos naturales de América Latina, especialmente el litio de Bolivia, Chile y Argentina, admitió haber visitado personalmente 13 países y haber sostenido reuniones con 90 ministros y autoridades de Defensa de la región”
“Richarson habló de construir confianza con países de la región, pero repitió ataques contra Venezuela, Cuba y Nicaragua con mentiras y acusaciones políticas. Denunció una supuesta ‘actividad maligna’ de China y Rusia, pero se olvidó de los golpes que patrocina la Casa Blanca” deslizó el ex mandatario.
Cabe recordar también, que el Gobierno boliviano firmó un acuerdo para la construcción de dos complejos industriales con base a tecnologías de Extracción Directa de Litio (EDL) en salares de Potosí y Oruro, en el suroeste boliviano, con el consorcio chino CBC, conformado por las empresas Catl Brunp & Cmoc.
Control geopolítico e industria de la coca
Por otro lado Bolivia defendió su derecho a industrializar la hoja de coca ante el 66 periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (ONU), en Viena (Austria). Bolivia busca desclasificar la hoja de coca de la Convención de Estupefacientes de 1961, y ya cuenta con el respaldo de Colombia.
EL vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, en su discurso en el foro internacional, señaló que “Las políticas de erradicación de la coca, la reglamentación de su uso, el control del consumo, las negaciones de su procesamiento industrial y prohibiciones de su comercialización fracasaron (…) Consideremos este encuentro como una oportunidad para tomar conciencia crítica de la arquitectura jurídica, política, mediática del convenio”
En 1961 se calificó la hoja de coca como un estupefaciente, se señala que a partir de ahí el cultivo natural se intervino mediante programas de erradicación, por operadores geopolíticos de dominación.
“En 1961 la Convención sobre Estupefacientes de la ONU cometió un error histórico, un atentado a los pueblos originarios, decretando que la hoja de coca estaba condenada al exterminio en los últimos 25 años” afirmó Choquehuanca. Asimismo Estados Unidos impulso en Bolivia, la erradicación de la hoja de coca, hasta el año 2008, mediante la Administración de Control de Drogas (DEA).
La hoja de coca se consume tradicionalmente por obreros y campesinos por la práctica de masticado, llamada acullicu; se utiliza también en la producción de infusiones, harina, y pasta dental. Más importante es su uso curativo; la coca posee propiedades medicinales, que pueden ser desarrolladas y distribuidas por la industria farmacéutica.
El principal productor de hoja de coca es Colombia es con 204.000 hectáreas, seguido por Perú con 80.000 hectáreas. Bolivia tiene un límite de producción de 22.000 hectáreas de coca para el consumo interno, en 2021 creció un 4%.
Desestabilización y corridas bancarias
Por otro el Gobierno acusó a sectores mediáticos, formadores de corrientes de opinión, de un ataque especulativo, para generar una corrida en busca de dólares en bancos y casas de cambio. Resulta inusual esta corrida, ya que el precio de la divisa se ha mantenido fijo desde 2011, en 6,96 pesos bolivianos para la venta y 6,86 para la compra. Algunos cambistas aprovecharon la corriente para cotizar el dólar hasta en 7,20.
Christian Aramayo, economista, señaló que “Bolivia ha podido mantener el tipo de cambio fijo, lo que ha sido una política prudente, porque brindaba a los usuarios expectativas de estabilidad en la economía. Por otro lado, limitaba la política monetaria para que no haya presiones inflacionarias”
“El tipo de cambio fijo puede darse solo si existen las reservas internacionales suficientes para que pueda mantenerse”, puntualizó Aramayo.
Asimismo el presidente del Banco Central de Bolivia, Edwin Rojas, señaló que “Hace casi un mes, un conjunto de analistas y opinadores han generado un ambiente de especulación en nuestro país, en el sistema financiero, respecto a lo que es la política cambiaria”, y advirtió que “Esa información que ha fluido, sobre todo a nivel de redes sociales, ha generado cierta zozobra, ha exacerbado las expectativas de alguna parte de la población”, y aseguró que “…hemos generado un conjunto de medidas en materia monetaria que nos ha permitido ir controlando estos afanes especuladores”
En este contexto Rojas recomendó que se deje de hacer largas colas ante bancos y casas de cambio para deshacerse de sus pesos bolivianos. Aseguró, que van a perder quienes actualmente compran un dólar a 7,20 pesos bolivianos, porque no habrá devaluación
Rojas concluyó que “El BCB va a desplegar todo el potencial que tiene en política monetaria, cambiaria y también financiera para alcanzar las metas macroeconómicas y cumplir lo que nos hemos trazado a principio de gestión: mantener un tipo de cambio estable, que dé seguridad a la población y nos permita vivir en una economía estable”
El Banco Central de Bolivia informó que las RIN se mantienen estables y alcanzan los 3.578 millones de dólares.
Hay analistas que señalan que las reservas han disminuido en los últimos años. Puntualizan que en 2014 había 15.000 millones de dólares en las arcas del Estado, y en la actualidad poco más de 300 millones de las RIN están efectivamente en la moneda norteamericana. El resto es oro y otro tipo de divisas.