El ministro de Economía de Bolivia, Marcelo Montenegro, señaló en conferencia de prensa, que el sector empresarial y el presidente Luis Arce alcanzaron acuerdos para mejorar la economía boliviana, afectada por la falta de dólares.
El Gobierno en coordinación con el empresariado boliviano, definió 10 medidas dirigidas a atraer y conservar dinero en las arcas del Estado. Destaca la medida de liberar la exportación, de varios productos básicos de la canasta familiar, una decisión que fuera reclamada por los empresarios.
El denominado “Acuerdo económico, productivo y empresarial entre el Gobierno Nacional y el empresariado boliviano” promueve “la liberación de las exportaciones con un mecanismo totalmente expedito y ágil, para que los productores nacionales puedan llevar sus productos al resto del mundo” , señaló Montenegro.
“Con esto estamos dando una primera respuesta al país para que se vaya normalizando este escenario de escasez transitoria de dólares”, remarcó el ministro.
Las medidas fueron apoyadas por la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) y también por el expresidente Evo Morales (2006-2019), quien había implementado los cupos a las exportaciones durante su Gobierno, pero que desde el año pasado recomendaba al Gobierno de Arce dejar de lado.
Desde 2023 Bolivia registra una falta de dólares, la cual causó corridas bancarias y la conformación de un mercado paralelo ilegal para la compra de esta moneda, a un precio mayor a la cotización oficial de 6,91 pesos bolivianos.
La economista Roxana Azeñas, realizó un análisis de los efectos del acuerdo, y señaló que “El Gobierno tiene dos opciones, desde la lógica más neoclásica y neoliberal: liberar los precios, que haya un gasolinazo y todos los precios se equiparen a los precios internacionales, lo que sería una barbaridad, sería criminal con la gente”. La segunda opción, pasaría por devaluar el tipo de cambio, “aunque el Gobierno ya ha dicho que no lo va a hacer, lo cual me parece totalmente adecuado, porque efectivamente una devaluación afecta a la gente más pobre”, señaló Azeñas.
“Si el Gobierno ahorita ha podido mantener la estabilidad en el sector financiero, es gracias a los 14 años anteriores (durante el Gobierno de Morales), cuando ha habido una estabilidad muy fuerte. Por tanto, la población tiene expectativas de que este problema va a superarse en el corto o mediano plazo”, afirmó.
Las medidas y lo cupos de exportación
El Ministerio de Economía informó en qué consisten las 10 medidas: “Están liberadas las exportaciones de los productos que anteriormente tenían que hacer un trámite largo de certificado de abastecimiento interno a precio justo (…) siempre cuidando que haya un compromiso de abastecimiento del mercado nacional”, dijo el ministro Marcelo Montenegro.
Los cupos para la exportación de alimentos como maíz, azúcar, sorgo, trigo, arroz y carne, entre otros, fueron instaurados en 2008 por el presidente Morales. En ese momento se creó el Certificado de Suficiencia de Abastecimiento Interno y Precio Justo, para que exporten los empresarios luego de haber garantizado la provisión de ese producto en el mercado interno.
Durante el Gobierno de facto de Jeanine Áñez del año 2019 al 2020, estas exportaciones agroindustriales fueron liberadas. Cuando asumió el presidente Arce, en 2020, puso nuevamente en vigencia los cupos y el certificado para asegurar el abastecimiento interno.
El acuerdo Gobierno-empresarios también establece la emisión de bonos en dólares por parte del Banco Central de Bolivia (BCB). Próximamente se definirá una oferta porcentual estructurada en plazos y tasas para los potenciales bonistas.
Además el Gobierno planteó realizar “subastas de diésel con grandes compradores”, como empresarios de los sectores agropecuario, minero y del transporte. Esta maniobra permitiría al Estado reducir el gasto por el subsidio de combustibles.
En este aspecto, el acuerdo promueve “la inversión privada en plantas de biodiesel”, lo cual hasta ahora realiza el Gobierno nacional, por medio de proyectos en construcción en los departamentos de La Paz y Santa Cruz (este).
Pequeñas y medianas empresas
Para Azeñas falta contemplar la situación de los pequeños emprendedores y artesanos “definitivamente el más vulnerable”: “Si bien es necesario adoptar este tipo de medidas con grandes empresarios y exportadores, también hay presión en las pequeñas y microempresas, que necesitan dólares para acceder a materias primas o insumos para producir”.
Azeñas consideró que hay un grupo de especuladores, los cuales “están ganando y lucrando con la escasez de dólares. Hay que preguntarse dónde están los dólares que entran a la banca”.
Comentó la economista que “Se deben aplicar muchos más controles a la banca para saber dónde están los dólares que el Gobierno expulsa al mercado, pero no van directamente a las manos de la gente que necesita”.
En 2014, las reservas llegaron a los 15.000 millones de dólares. Desde entonces se reducen irremediablemente, hasta tocar los 1.700 millones a finales de 2023. Con el nuevo paquete de medidas, tanto empresarios como Gobierno esperan incrementar esta cifra.
Energías renovables
Asimismo Ronald Veizaga, viceministro de Electricidad y Energías Renovables, adelantó que en 2024 se sumarán al interconectado nacional boliviano 500 MW producidos con energías renovables.
Veizaga afirmó que en 2024 Bolivia comenzará a generar 500 megawatts más de energías limpias; estas se sumarán al Sistema de Interconectado Nacional (SIN).
Hoy en día el 30% de la electricidad boliviana proviene de fuentes renovables, el proyecto apunta a llegar al 75% en 2030.
“El Estado boliviano viene trabajando en profundizar la transformación energética nacional. Estamos muy comprometidos con el cuidado del medio ambiente a través de la incorporación de energías limpias”, afirmó Veizaga.
Los 500 MW provendrán principalmente “de la energía solar y de la eólica. Es importante incorporar estas fuentes de energía, que son variables, pero tienen que ir acompañadas también de energías que aporten potencia. Ahí es donde entran las hidroeléctricas”.
Veizaga indicó que están en construcción las centrales hidroeléctricas de Miguillas, en el departamento de La Paz; e Ivirizu, en Cochabamba. Cada una aportará 200 MW cuando sean inauguradas en el transcurso de este año y representan una inversión de 7.000 millones de pesos bolivianos, unos 1.000 millones de dólares.
El Ministerio de Hidrocarburos y Energías de 2022, informó que Bolivia genera 3.822 MW de energía eléctrica, con una demanda nacional de 1.600 MW. Es por esto que en 2023 comenzó a exportar a Argentina 120 MW. Asimismo se están buscando nuevos mercados internacionales para ubicar el excedente.
También los usuarios que generen su propia energía —por ejemplo, quienes poseen paneles solares— pueden aportar su excedente al SIN y verlo reflejado en la boleta mensual. “Eso nos va a permitir democratizar aún más la producción de energías renovables, facilitando la participación del usuario, brindando mayores oportunidades para que pueda generar su propia energía y compartirla a través del sistema de distribución de la red eléctrica”. Afirmó Veizaga.
«No solo es importante tener energía. Cada vez es más importante cómo se genera esta energía». Señaló
“Actualmente, la participación de energías limpias en Bolivia es del 30%, lo cual nos pone por encima del promedio mundial, que es del 14%. Sin embargo, con la importante cartera de proyectos sin precedentes que impulsamos, se tiene previsto que en 2025 estemos generando alrededor del 60% de energía con fuentes limpias”, sostuvo Veizaga.