“La grieta se murió y el 10 de diciembre empieza una nueva etapa en mi gobierno”, aseguró Sergio Massa, ministro y candidato a presidente por Unión por la Patria, en su discurso luego de obtener el 36,6% de los votos en la pasada elección, frente al 30% de Javier Milei candidato de La Libertad Avanza, con quien se disputará la presidencia en la segunda vuelta.
La meteórica remontada del peronismo, ese “animal místico sin parangón en el mundo” según la definición del ex presidente del Uruguay José “Pepe” Mujica, no sólo mostró la derrota de varios sectores económicos de peso, sino que dejó al desnudo la profunda preocupación y obsesión de Mauricio Macri con el kirchnerismo.
Emulando a Catón el Viejo, el ex presidente Macri repite como un mantra “hay que destruir al kirchnerismo”, no importa el costo, no importa con quién. Pero falta el último round y ya muchos huelen el resultado. Como sostiene el pintoresco Turco Asís “abundan en exceso los postulantes para acudir en auxilio del vencedor” y el primero en cumplir con ese apotegma fue nada menos que el presidente de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de la Magistratura, Horacio Rosatti, quien declaró que espera que el próximo gobierno “marque un camino de unidad y unión nacional”, en clara referencia al discurso poselectoral de Serio Tomás Massa.
La declaración enardeció el sistema nervioso del ex presidente Macri quien descifró en esas palabras un panquecazo del areopagita; exasperado no hesitó en usar a su hija menor de edad para justificar el padrinazgo de Milei: son muchas las causas en su contra que podrían reactivarse: Correo, parques eólicos, autopistas, ARA San Juan y siguen los expedientes.
No hay dos sin tres
El artífice del juego a dos puntas aplicó una estrategia brutal y despiadada, primero contra Rodríguez Larreta y luego con Patricia Bullrich. Todo indica que su desesperación lo llevó a incurrir en errores que finalmente debilitaron a Juntos por el Cambio (JxC) que quedó tercera en un podio con lugar para dos.
Las propuestas económicas de Milei parecían, en principio, razonables y propias del liberalismo: quita de subsidios, privatizaciones, en particular YPF y Aerolíneas Argentinas, entre otras. Pero el anuncio de recorte de jubilaciones, flexibilización laboral, la paralización de la obra pública y la tan palpitada como mal explicada dolarización, no cayeron bien en buena parte del electorado más reflexivo, lo que explica en parte los resultados.
Los plazos entre PASO, generales y balotaje, parecen bien calculados. Como en el fútbol, en el entretiempo, las imágenes de la motosierra, del eventual incendio del Banco Central de la venta de órganos y la comercialización de párvulos, contribuyeron a la introspección del electorado más cavilante. Alentar a los ciudadanos a deshacerse de cualquier tipo de ahorro “excremento” fue un exceso innecesario que también contribuyó a la deserción de votantes, sobre todo de clase media.
Fuga y misterio
Fueron tan erráticas las campañas de los pupilos macristas, tan indigente la oratoria y anémicas las propuestas, que lograron desterrar de la discusión a la altísima inflación, las dificultades para importar bienes, los bajos salarios, el alto nivel de trabajadores pobres y la secretamente envidiada bacanal de Insaurralde.
La convocatoria al voto pentecostal, imputando al Papa Francisco ser el “representante del maligno en la tierra” no sumó votos y tampoco produjo el cisma entre cristianos protestantes y católicos. El arrepentimiento posterior sólo confirmó la penitencia que expió con la de la fuga de votos.
Prestidigitación
Sin dar tiempo a contar los heridos ni una mínima reflexión del resultado, en 24 horas y entre gallos y medianoche, Macri encaró una forzada alianza entre Javier Milei y Patricia Bullrich dejando afuera la UCR. “Viejos meados” fue el funesto epíteto lanzado en las redes que ofendió al mustio radicalismo, que finalmente dio el portazo.
La líder de la Coalición Cívica, aseguró que el plan de Mauricio siempre fue “desgastar a Horacio, entregarla a Patricia e irse con Milei”. Para levantar el muerto, Milei mucho no coopera y continúa mostrándose irreflexivo y casi delirante, montado en un chocante cambalache discursivo, totalmente ajeno al deber ser de un presidente, que espantó a varios millones de votos, incluso antiperonistas.
Sergio Massa duplicó los votos respecto de las PASO pasando de 5.070.104 a 9.645.989, lo que desató una desbandada, tanto en la coalición de Juntos por el Cambio como en la Libertad Avanza. Al cierre de esta edición se descarta que el candidato más votado en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), y segundo en las generales se baje del balotaje; no porque se le hayan fugado los financistas de campaña, sino por presión de la billetera de Mauricio Macri.
En vista de los resultados de los comicios, en los corrillos periodísticos se afirma que el grupo de medios que dirige Héctor Magnetto, habría iniciado conversaciones con Massa ante una eventual presidencia: hay un vivo interés en impedir que los chinos o el magnate azteca Carlos Slim desembarquen con el 5G en territorio argentino. La Armada Brancaleone de la TN, canal 13 y La Nación+, aún no terminan de digerir los resultados y mucho menos de acomodar el discurso.
“Para qué te traje”
Las torpezas e inexperiencias de las huestes de Milei multiplicaron la innumerable cantidad de errores no forzados. Paradójicamente, el resultado electoral permitió descomprimir el pánico financiero que habían desatado en las últimas semanas las declaraciones de Javier Milei y “Dolarhoy” Ramiro Marra y sobre los plazos fijos.
Por su parte, el apoderado de la Libertad Avanza, Santiago Viola, manifestó ante la Justicia su preocupación ante un posible fraude en las elecciones en San Juan, al declarar bajo juramento que circulan por el país boletas falsas de Javier Milei para inducir a error al electoral.
El fiscal federal con competencia electoral, Ramiro González, citó a Viola, quien declaró en la fiscalía del quinto piso de Comodoro Py 2002. Pero el escrutinio definitivo dio vuelta el resultado provisorio y el peronismo provincial se adjudicó las dos bancas por la mayoría en el Senado nacional.
De esta manera, el bloque de Unión por la Patria (UxP) en la Cámara alta se verá fortalecido y tendrá 33 senadores propios, por lo que se acerca al quórum propio (37 senadores) si suma a los aliados que respaldan a Sergio Massa.
Baja de impuestos
A pesar de las pujas internas, el axioma peronista “el que gana conduce y el que pierde acompaña” sigue plenamente vigente. Las raquíticas propuestas de la oposición sucumbieron ante un avezado político como Massa, curtido en la formidable escuela de la interna peronista.
La estrategia fue bastante simple: Cristina, Máximo y Alberto a sus casas. Kicillof y los gobernadores amigos a pilotear la nave.
Nadie puede calificar a Massa de “zurdo”. Es más bien un hombre de la derecha peronista, menemismo que le dicen. No obstante, el mandato principal del peronismo es “escuchar la voz del pueblo” y el pueblo libertario y de Juntos por el Cambio pedían un reducción de impuestos: Massa en plena campaña, le dio de probar al electorado de ese dulce, pero no a las grandes empresas, sino a los más pobres y a los jubilados con la devolución del IVA.
Una de los mayores golpes de efecto a favor de Unión por la Patria fue la pregunta lanzada al ágora ¿Cuánto costaría el transporte público sin subsidios?
La cuestión puesta en debate en la calle sumada al anuncio de Milei y de Bullrich de eliminación de los planes sociales parece haber sido la cachetada que despertó a una parte del
Durán Barba, ex estratega de Mauricio Macri, elogió la eficacia del golpe táctico de salir a mostrar a cuánto subiría el boleto de tren y colectivo si ganaran Milei o Bullrich y quitaran todos los subsidios.
Con carteles que decían “tarifa trenes Massa $56,23”, “tarifa trenes Milei $1.100”, la unión ferroviaria salió a empapelar las estaciones de trenes más importantes del AMBA.
En el último tramo, las ideas del diputado electo Benegas Lynch -y de otres acólites- de privatizar ballenas, romper con el vaticano, vender bebés, renunciar a la paternidad, libertad de portación de armas y los famosos vouchers para educación, fueron las propuestas que espantaron a buena parte del electorado que se incorporó a votar en las generales del domingo 22 de octubre.
Muchas de esas propuestas produjeron un cortocircuito cognitivo en una gran parte del subestimado electorado, a pesar de que en su plataforma publicada en la web promueve valores como “la meritocracia, la defensa del derecho a la vida desde la concepción, la honestidad en la administración de los recursos públicos”, entre otros, y sienta sus bases en “el libre mercado y la libre competencia”.
“La etapa que viene no está vinculada solo al peronismo, vamos a un gobierno de unidad nacional. Voy a convocar a los mejores sin importar su procedencia”, expresó Massa.
Algo en esa dirección declaró Javier Milei pero sonó más hilarante que indecoroso: “estoy dispuesto a hacer tabula rasa en todo lo que dije” y agregó que sumaría a dirigentes de la izquierda en el Ministerio de Capital Humano porque según explicó, los izquierdistas “son los que más saben”. No mostró tanta amplitud durante la campaña, por lo que el electorado ahora lo escucha con suspicacia.
Oxígeno
En medio de la campaña, el ministro candidato logró un acuerdo con Beijing por US$ 6.500 millones que según sus palabras, le permitirá “precancelar los vencimientos con el Fondo Monetario” y transitar la gesta electoral con “mayor capacidad de intervención en el mercado” conjurando así a la entente de operadores financieros a los que denominó “delincuentes que generan ganancias especulando contra el ahorro de los argentinos”. Recordemos que el “blue” cotizó hasta los 1.100 pesos. Quienes tomaron posiciones en dólares de cara a una eventual dolarización, lamen sus heridas.
Según Massa, el financiamiento de Beijing fue acordado a “casi la mitad de la tasa (de préstamo) del FMI con un porcentaje diez veces menor al bono a 100 años con el que se endeudó Mauricio Macri” y que servirá también para “acelerar el pago de importaciones pymes”.
La noticia fue acompañada por más de cincuenta operativos policiales y de la AFIP en busca de cueveros y pequeños lavaderos. “Esto se hace en el marco de la investigación contra algunos delincuentes que intentaron especular después de las declaraciones de algunos candidatos” dijo Massa.
Energía
La agenda energética jugó un rol preponderante en la trepada electoral de Massa. Ciertamente, el factor miedo parece haber influido en el electorado en general, pero en particular lo hizo en el sector empresario vinculado a la energía, que viene siendo protagonista de la compleja y activa agenda.
La propuesta de quita de subsidios propalada a coro por JxC y LLA tuvo un cierto ascendente en el electorado de los pequeños empresarios liberal. Pero también influyó en el núcleo de los grandes empresarios hidrocarburíferos, que al igual que los sectores de más bajos ingresos, disfrutan de los auxilios del erario, como el Plan Gas, que incentivó notablemente la producción incremental de gas y petróleo.
Del mismo modo, la propuesta de reprivatización de YPF no resultó una idea feliz para la pléyade de proveedores de la industria.
Además de contrastar el costo del boleto con y sin subsidios, la secretaria de Energía, Flavia Royón, dijo que la nafta duplicaría su valor en una presidencia de Milei y que, en cambio, con Massa se seguiría con la política de subas progresivas de acuerdo al poder adquisitivo de la población.
No es casual que Buenos Aires que depende fuertemente de los subsidios energéticos y del transporte público, haya aportado casi once puntos porcentuales más que en las elecciones primarias, mientras que en CABA fueron menos de nueve. Esa lectura en las provincias del interior está amortiguada por los gobernadores que colectan las buenas, mientras que las malas se las endosan al Gobierno federal.
Otra de las paradojas argentinas es que en Neuquén, Milei fue el candidato más votado, particularmente en los distritos petroleros como Añelo y Rincón de los Sauces, a pesar de haber ratificado que su intención es volver a privatizar el paquete accionario de YPF que está en manos del Estado. Milei jugó al límite, al asegurar que está dispuesto a vender Vaca Muerta.
“A YPF primero la tenés que racionalizar y después se vende” dijo el libertario al inoxidable Chiche Gelblun durante una entrevista en Crónica TV.
– Gelblung: ¿Vendés Vaca Muerta?
– Milei: Sí, ¿cuál es el problema?
– Gelblung: No podés vender Vaca Muerta, es un recurso de la provincia…
– Milei: Le buscas la forma de privatizarlo y se vende
Puertas adentro, el triunfo libertario en los territorios de Vaca Muerta (VM) se lo endilga a la dirigencia sindical; pero también a la pobre gestión del Gobierno provincial, que estando en una de las zonas más ricas y con mayor futuro de la Argentina, poco y nada invierte en infraestructura básica y otras mejoras en las áreas petroleras.
A favor de todo lo contrario
Es unánime la opinión del empresariado hidrocarburífero de que Vaca Muerta tiene un futuro venturoso, porque el gas natural es el combustible que los mercados internacionales demandan para reducir las emisiones de CO2. Por esa razón Massa colocó a VM en el centro de su discurso industrialista, consciente de la necesidad de las gigantescas inversiones necesarias para su desarrollo.
Cabe señalar que a instancias del oficialismo (y de YPF), la Cámara de Diputados dio media sanción al Régimen de Promoción al Gas Natural Licuado (GNL). La petrolera de bandera impulsa el proyecto de ley que es exigido por su partner, la malaya Petronas para llevar adelante grandes inversiones en producción y exportación, que incluyen un gasoducto dedicado de 700 km y un gran parque de licuefacción en Bahía Blanca.
No está claro a cuánto podrían ascender las exportaciones y regalías de GNL desde VM. Las cifras son dispares y dependen del nivel de interés de quien las difunde. Se habla de una exportación en firme de 20 MMm3/d licuefaccionados. En el último coloquio de IDEA, Ricardo Markous, CEO de Tecpetrol, señaló que el país en diez años podría exportar hidrocarburos por unos US$ 35.000 millones. Claro que eso significa invertir sumas considerables, unos US$ 6 o 7.000 millones anuales por sobre la inversión actual.
El trámite en comisión marchaba sobre ruedas, y todo hacía prever un apoyo masivo de dirigentes políticos. Pero el diablo electoral metió la cola y las dos fuerzas políticas supuestamente liberales y “pro empresa” La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio, decidieron negarle el apoyo al proyecto en la Cámara de Diputados. JxC se abstuvo en la votación y la LLA directamente votó en contra. Poco clara resultó la negativa libertaria, Milei que conoce de cerca los temas energéticos y la necesidad de dar seguridad y previsión a las inversiones en GNL, no explicó debidamente las razones a la oposición del proyecto.
Por su parte la perdidosa Patricia Bullrich, en el último almuerzo del Club del Petróleo, debió hacer malabares para explicar el desaire legislativo, a un proyecto que su coalición tejió laboriosamente con el oficialismo, y hasta había logrado modificaciones sustanciales.
Agenda intensa
Al tranco, Massa planteó que continuará con un “Estado activo, presente y garante”, y que YPF y ENARSA, continuarán al frente de los principales desarrollos de infraestructura energética. La prensa especializada no para de dar buenas noticias en el sector, a pesar de las quejas aguas abajo: la balanza energética terminará el 2023 con saldo positivo de US$ 100 millones y para el 2024 se espera un superávit que podría alcanzar los US$ 4.000 millones.
En septiembre, se marcó un nuevo hito en la producción petrolera con 645.500 bb/d y Vaca Muerta contribuyó con 305.000 bb/d un nuevo récord histórico para la formación.
La producción gasífera total del país fue de 143,2 MMm3/d, y el 67,6% provino de los yacimientos neuquinos. Durante el invierno la producción de esa provincia se mantuvo por encima de los 90 MMm3/d; en julio fueron 91,5 MMm3/d, en agosto 97,78 Mmm3/d y en septiembre al cierre del invierno fue con 96,8 MMm3/d.
Con la puesta en operación del Gasoducto PNK, la inyección de VM llegó a los 100 MMm3/d durante la última semana de agosto, destacándose que Fortín de Piedra alcanzó un récord de producción de 24 MMm3/d según informó Tecpetrol.
Vista, la empresa de Miguel Galuccio dio un salto en su utilidad neta ajustada desde US$ 79.4 millones hasta los US$ 122.5 millones, además de recortar sus costos y espera alcanzar una producción de 100.000 barriles de petróleo diarios en 2026.
Si bien exiguas (400.000 m3/d), volvieron las exportaciones de gas en firme a Chile desde la provincia de Salta por el gasoducto Norandino por primera vez en 17 años. El gas natural fue durante 2022 el principal producto exportado por la Argentina a Chile, con US$ 688 millones.
Las pruebas de presurización y llenado del gasoducto Mercedes-Cardales, obra complementaria del gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), fueron un éxito.
Otros temas
Si bien es de muy largo plazo y excederá el mandato de Sergio Massa, se lleva adelante la “estrategia nacional de hidrógeno”. Otro de los proyectos es la promoción de cuencas maduras. La ampliación de gasoductos, en particular la etapa 2 del GPNK y del reversal del Gasoducto Norte, serán claves para contribuir a la mejora de la balanza energética.
Las conversaciones con los gobernadores del sur por la prórroga de las concesiones hidroeléctricas, sólo se conocerán por el resultado: el asunto aún está abierto.
Otro de los anuncios que neutralizan a una oposición dura en el ámbito empresario, es el anuncio del tipo de cambio diferencial para todo el complejo exportador que se extenderá hasta el 17 de noviembre. El esquema permitirá liquidar el 30% de las divisas al tipo de cambio financiero contado con liquidación (CCL) mientras que el 70% restante seguirá realizándose a precio del dólar oficial. Algo es algo, dicen.
Al cierre de esta edición, el desabastecimiento de combustibles líquidos estaba a punto de provocar una crisis en el gobierno. Massa mostró el músculo y respondió duramente: “si no se normaliza el abastecimiento, no podrán sacar un barco” señaló en alusión a las exportaciones de crudo.
La segunda vuelta estará signada por las operaciones económicas y mediatas a efectos de mostrar la debilidad del gobierno. Pero también por la estrategia de Mauricio Macri y su obsesión de por destruir el “Cartago kirchnerista”; enfrente, un electorado más reflexivo, como sucede en casi todas las elecciones, se debatirá por el candidato menos malo.