En cerca de seis meses de gestión, el presidente de argentino Javier Milei conserva un 46% de la aprobación de los ciudadanos. A pesar del brutal ajuste a que está sometida la población, los porcentajes de aprobación se mantienen en lenta caída. La sociedad mantiene cierta esperanza en que las cosas van a mejorar. Cabe resaltar además, que un 11% por ciento cree que el costo de los ajustes, lo está pagando la casta.
Estas conclusiones surgen de la encuesta mensual del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), liderado por Roberto Bacman. Se entrevistaron 1.200 personas de todo el país, la muestra fue segmentada por sexo, edad, nivel socio-económico y lugar de residencia. El trabajo se terminó de procesar a finales de mayo.
A pesar de los números auspiciosos para el presidente, las dos cuestiones que se van convirtiendo en el centro de las preocupaciones de los argentinos, son la de no llegar fin de mes y el peligro de los despidos.
Bacman señala que “No es sencillo encontrar explicaciones a la situación teniendo en cuenta que se aplica un ajuste tan duro. La imagen de Milei bajó rápido al principio de su gestión, pero se mantiene en esa meseta que va del 45 al 48 por ciento. Diría que es exitosa la jugada de crear un enemigo, la casta, a la que definió como el culpable de todos los males. Ahí metió a todos, kirchneristas, zurdos, progresistas, ratas del parlamento, gobernadores, todos los que no la ven y por lo tanto ‘no son gente de bien’. En ese marco, no hay medias tintas, se lo ama o se lo odia. No hay lugar para la tibieza. Los que lo apoyan creen que al final el cambio triunfará. Mantienen la esperanza. Y buena parte de los otros afirman que esto no se aguanta ni un día más”.
Según Bacman, lo que sostiene a Milei es el perfil de adolecente rebelde, que rompe modelos: “Va a Davos, produce un escándalo con España, canta en el Luna Park… Así se sostiene el relato…es una forma de comunicación que resulta exitosa”
Sin embargo los sueldos no alcanzan. “Aquí el semáforo se enciende dado que no sólo se ha convertido en la principal preocupación, incluso superando holgadamente a la inflación, sino que nueve de cada diez entrevistados reconocen que los ingresos no alcanzan para vivir y llegar a fin de mes”, afirma Bacman.
“crece la percepción de la posibilidad de perder el empleo. Lo dicen cuatro de cada diez personas. Y hay un 46 por ciento que afirma conocer a alguien que fue despedido en los últimos meses”.
“Sólo 3 de cada diez sostienen que aguantarán lo que sea necesario -concluye Bacman- Del otro lado, 4 de cada diez dicen que no se soporta ni un día más y 2 de cada diez le dan un plazo que va de uno a tres meses. Eso significa que el 60 por ciento ya está sin paciencia o casi sin paciencia”, señala Bacman.
Por otro lado existen desacuerdos con algunas de las políticas centrales de Milei. El 98 por ciento dice que debe aumentarse el ingreso a los jubilados, el 65 por ciento que hay que mantener las moratorias que permiten que los que no tienen aportes se jubilen, el 67 por ciento respaldan a los comedores populares, el 62 por ciento no está de acuerdo con que regrese el Impuesto a las Ganancias. La encuesta indica que todavía hay apoyos, pero la población de a poco se va desgastando.
Declive financiero
Asimismo la economía Argentina se encuentra sin divisas, con una economía real cayéndose estrepitosamente, junto con el mayor descenso de la Inversión Bruta Interna Fija (IBIF).
El peligro de esta situación radica en que sin el apoyo financiero del FMI, y con las exportaciones de granos enlentecidas, al gobierno de Milei solo le queda enlazarse a los grandes fondos de cobertura, como BlackRock, Vanguard, Fidelity, PIMCO, Franklin Templeton, Greylock, etc.
Se trata de los principales tenedores de títulos de deuda externa canjeados. Aseguran los analistas que estas entidades, solo prestarían los dólares necesarios para cubrir los vencimientos, si se les da a cambio la ley denominada “Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos”.
El grupo financiero impulsa además el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones, que hace que principalmente la minería y el petróleo, operados por grupos concentrados locales y del extranjero, goce de un sistema impositivo y laboral totalmente separado del resto del país. Un enclave en el país que no estaría obligado a liquidar las divisas que obtengan de sus exportaciones, a partir del cuarto año y que contarían con estabilidad fiscal por 30 años.
Recursos naturales en pugna
Por otro lado, Rusia ha llevado a cabo programas de mapeo y sondeo de la geología antártica, tanto terrestre como submarina, que indican que sus navíos de investigación habrían descubierto, en la Antártida, reservas de hidrocarburos equivalentes a 511.000 millones de barriles de petróleo, una cantidad aproximadamente diez veces mayor que la producción total del Mar del Norte en cincuenta años. El estudio se comunicó en BRICS News, el canal oficial del grupo que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
El Tratado Antártico y el Protocolo de Protección al Medioambiente, fue firmado en 1959 por Argentina, Chile, Nueva Zelandia, Australia, Reino Unido, Francia, y Noruega, (los siete países que reclaman territorio propio sobre la Antártida), más Estados Unidos, Bélgica, Japón, Sudáfrica y Rusia. El tratado acuerda que cualquier tipo de explotación sobre minerales está prohibida, no así la investigación científica. Ese tratado vence en el año 2048.
La primera base constituida en la Antártida (Base Orcada) fue instalada por Argentina en 1904. En 1908, el Reino Unido reclamo su participación por tener posesión de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, y en 1940 Chile también reclamó al extender su territorio sobre el polo sur.
En el mes de agosto se reunirán en Argentina 150 representantes de todo el mundo para supervisar que no se lleven a cabo otros fines que los acordados. Además del petróleo, los hielos de la Antártida significan el 70% o más del agua dulce del planeta.
Estos recursos son imprescindibles para el mundo que viene; los grandes fondos de préstamo financiero no estarían disimulando su enajenación. En este complejo marco, Argentina, con una enorme deuda externa, y gobernada por un presidente que cree en un libre mercado más allá de fronteras, se encuentra acorralada por grandes acreedores que imponen fuertes condiciones, como lo es el Régimen de Incentivos a Grandes Inversiones.
Resulta llamativo que mientras a la población argentina, se le habla de la necesidad de que capitales extranjeros, exploten los recursos naturales argentinos a cualquier precio, en Noruega el Estado se apropia de la renta petrolera que detrae de sus costas, y la vuelca en toda su economía; por lo que tiene la mejor distribución de ingresos de todo el planeta.