La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) en Estados Unidos informó que en marzo se registró una tasa interanual del 8,5% en el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Cifra interanual sin precedentes en los últimos cuarenta años.
Se registró también un aumento del IPC, de 1,2% en la comparación mensual frente al 0,8% de febrero.
Asimismo la guerra entre Rusia y Ucrania generó un impacto en el valor de los commodities de todo el mundo, especialmente en los alimentos y la energía.
Para los expertos, marzo representó el pico máximo en el índice inflacionario, y esperan que en los próximos meses se modere.
Es sabido que las subas en los commodities de los alimentos y la gasolina inciden en los demás precios; si se tiene en cuenta la inflación que excluye a ambos componentes, tenemos un 6,5% anual.
A partir de las subas en los precios, la administración Biden, el mes pasado liberó reservas estratégicas de petróleo para intentar calmar los precios, que actualmente rozan los US$ 4 el galón. A partir de la medida se espera un alivio para el próximo dato de abril, ademas los confinamientos en China bajaron la demanda global de combustible.
Se espera que la Reserva Federal Estadounidense (FED) continúe con sus planes con una suba de medio punto porcentual de las tasas de interés en mayo, (ubicándola en un rango de entre 0,75% y 1%), con la posibilidad de otro incremento del mismo nivel para los siguientes encuentros.
Gobernadores de la entidad, anunciaron que la FED reduciría su hoja de balances; actualmente alcanza los US$ 8,9 billones.
No obstante si la FED endurece demasiado su política monetaria, podría provocar una recesión en la economía, a pesar de contener la inflación.
Por otro lado, como es usual, si los salarios quedan por detrás de los precios, se contiene la inflación por una caída en el consumo. Lo cual durante marzo ya está sucediendo, con una caída del 0,8% mensual en el poder de compra . En la comparación anual, los salarios aumentaron 5,6% frente al 8,5% del índice inflacionario.
Las subas de precios alcanzan máximos históricos también en Europa; en América Latina los bancos centrales aumentan los tipos de interés para contenerla. Expertos aseguran que la inflación mundial desatada en distintas regiones, es consecuencia una inflación de oferta, derivada de incrementos en los precios de la energía y sus consecuencias en la cadena de producción y suministros.