En los últimos años en América Latina, nos hemos encontrado frente al debate sobre cuáles son las mejores condiciones de explotación del litio. Según analistas, el plan de extracción y explotación del mineral, es de gran importancia geoestratégica. Existen grandes expectativas en el litio, ya que será protagonista de la tecnología desarrollada en las próximas décadas; hoy en día grandes empresas, tienen puesta la mira en el desarrollo comercial de nuevas tecnologías, que utilizan este mineral.
Nombrado en los últimos años como “oro blanco”, el litio es el mineral clave para la elaboración de baterías de iones para autos eléctricos. Dentro de sus ventajas, el litio resiste bien las cargas y descargas repetidas, ofrece una mayor densidad de energía y ofrece más capacidad utilizable que otros tipos de baterías.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, Bolivia tiene la mayor reserva mundial de litio, seguido por Argentina, Chile, Australia, China, República Democrática del Congo, Canadá, Alemania, y México que ocupa la novena posición.
México y su soberanía sobre los recursos naturales
Aunque México no tiene las mayores concentraciones de litio en el mundo, cuenta con ventajas estratégicas para su aprovechamiento. Sus condición de productor en áreas ligadas al mineral, le dan ventaja frente a otros países.
Luego de un acalorado debate, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha impulsado su aprovechamiento con perspectiva de beneficio público. En abril de 2022, los legisladores mexicanos aprobaron la ley minera, convirtiéndose la explotación y aprovechamiento el litio en patrimonio de la nación, a cargo de la empresa del Estado.
No obstante, se están desarrollando planes de negocios respecto al mineral, que involucran capitales no estatales. El gobernador de Sonora Alfonso Durazo Montaño, abrió la posibilidad a empresas privadas que deseen asociarse con la paraestatal mexicana, LitioMX. El Plan Sonora de Energía Sostenible se presentó ante embajadores de 60 países. El objetivo del plan es “impulsar la transición hacia las energías limpias para contribuir a la lucha contra el cambio climático y atraer inversiones”. Entre los presentes se encontraban Ken Salazar, de EEUU, Gautier Mignot, de la Unión Europea, así como Graeme C. Clark, de Canadá.
El plan consta de cuatro ejes rectores: explotación del litio, generación de energía eólica, licuefacción de gas natural y desarrollo de una industria para fabricar baterías y semiconductores.
Se estima que el Plan Sonora podría atraer hasta 43.000 millones de dólares hasta el año 2030. Héctor Magaña, académico del Tecnológico de Monterrey, explicó que uno de los retos principales del proyecto será la generación de certeza en el marco legal y en materia jurídica para los inversionistas nacionales y extranjeros.
El reto de Bolivia para la industrialización del litio
Por otro lado, Bolivia es el país con mayores reservas de litio del mundo, con 21 millones de toneladas certificadas. Se inició el camino para la industrialización del litio, durante los gobiernos de Evo Morales. Con la presidencia de Luis Arce iniciada en 2020, se ha avanzado su consolidación. En Bolivia el Estado tiene un rol preponderante en la explotación, procesamiento y comercialización del mineral. Luis Arce se puso como meta que el Estado en 2025 fabrique baterías de litio, dominando toda la cadena de producción. Sin embargo los expertos señalan que Bolivia necesita una banca nacional fuerte, un sistema financiero estratégico que permita el desarrollo interno.
Asimismo los analistas que evalúan el proceso de industrialización del litio Boliviano, coinciden en la necesidad de aliarse con países productores de la región, para controlar el mercado mundial.
José Pimentel fue quien impulsó el desarrollo de un andamiaje estatal para comenzar la explotación del litio, como ministro de Minería en los primeros años de Gobierno de Evo Morales (2006-2019). Pimentel comentó que “la construcción de la planta industrial de carbonato de litio, fue violentamente interrumpida por el golpe de Estado” de noviembre de 2019.
“La dictadura inició una campaña de desprestigio hacia todo lo que se había avanzado en la industrialización del litio. Señaló que era una inversión perdida. Y así, sencillamente cerraron el proyecto” declaró Pimentel.
Por otro lado Gabriel Campero Nava, ingeniero industrial, lamentó que las universidades bolivianas no hayan impulsado procesos de investigación locales para desarrollar la industria del litio. Por este motivo se tuvo que recurrir a la experticia de empresas extranjeras. “Lamentablemente no hubo investigación de parte de las universidades, pese a que tuvieron muchos recursos para desarrollar investigaciones” señaló.
Según los expertos, el golpe de Estado de 2019 marcó un retroceso en lo que se había avanzado durante la última década, ya que se afirma que la suspensión del proyecto de industrialización del litio, tuvo la finalidad de abrir el camino para la privatización de los salares.
Campero Nava cree que el Gobierno de facto apostó a “volver a los tiempos de venta de materias primas a un precio regalado, sin tener un beneficio para el Estado”.
Argentina y su dificultoso proyecto de desarrollo
Argentina tiene la segunda mayor reserva del mundo, con un 22% del total, también es la cuarta productora del planeta, con un 6%. A pesar de tener una privilegiada posición en materia de recursos naturales, tiene eternas disputas en torno a los medios más convenientes para su explotación. El caso del litio no escapa esta dialéctica, ya que la declaración del mineral como recurso estratégico en la provincia de La Rioja, disparó múltiples debates entre actores estatales y las cámaras empresariales.
La Unión Industrial Argentina comunicó que la medida “atenta contra el desafío que el país tiene en materia de desarrollo”. La ley 10.608, dictada por el Congreso provincial, suspende por 120 días los permisos de exploración y las concesiones, en tanto que los declara de interés público y recursos estratégicos.
Sin embargo los especialistas han aclarado, que el objetivo de la medida es potenciar la capacidad de incidencia del Estado en el aprovechamiento del recurso. Víctor Delbuono señaló que “La declaración del litio como estratégico no es novedosa: va en línea con las medidas adoptadas por otras provincias, como Jujuy, y por países vecinos como Bolivia”
La definición de una estrategia por parte del Estado resulta de gran importancia: junto con Bolivia y Chile, Argentina forma parte del denominado Triángulo del Litio. Se trata del conjunto de salares que concentra más del 85% del disponible a nivel global.
La alta demanda internacional por el litio aumenta la intensidad del debate en torno a un contexto económico dependiente de dólares, por falta en las reservas. En los últimos dos años, el precio del litio se multiplicó por encima de ocho, ya que pasó de 8.000 a los 70.000 dólares por tonelada.
Para Delbuono “El potencial del litio es enorme: sin dudas puede ser una herramienta clave para nuestra economía. Hacia 2027 podrán exportarse 5.000 millones de dólares adicionales, apenas tomando un precio conservador. Si bien la primera etapa demanda muchísima inversión, pero ya queda disponible para explotar el recurso libremente”
Además “El 35% del impuesto a las ganancias aplicado a la industria es una fuente muy importante para el Estado nacional”, concluyó.