El Ministerio de Minería de Bolivia anunció que en 2024 se avanzará en la exploración de tierras en Cochabamba, Potosí y Santa Cruz. Estudios de prospección y exploración serán la antesala de la explotación de “tierras raras”, que agrupan a 17 elementos utilizados en autos eléctricos, paneles solares, teléfonos celulares e industria militar.
“El Gobierno del hermano presidente Luis Arce busca incorporar actividades incursionando en la nueva minería, de acuerdo al avance y necesidades mundiales con la demanda de minerales de uso tecnológico”, dijo el ministro de Minería, Marcelino Quispe.
Las llamadas tierras raras, que abarcan 17 elementos de la tabla periódica, se utilizan en forma creciente en la industria electrónica, así como la militar.
Héctor Córdova, investigador de la Fundación Jubileo, sostiene que estas tierras “no son tan raras”, ya que están en varias partes del mundo, “igual otros elementos que hay en la naturaleza, como sodio, estaño, cobre. Estos tienen propiedades particulares que hasta el momento los han hecho irremplazables. Se utilizan mucho en tecnología moderna”, señaló.
Las tierras raras son: escandio, itrio, lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio. El Ministerio también apunta a explotar otros minerales usados en la industria tecnológica.
El neodimio es parte del sistema de vibración de los celulares, además permite desarrollar motores eléctricos más livianos, “eficientes, de mayor precisión. Sin este elemento, los motores serían gigantescos”, dijo Córdova.
El lantano, permite la fabricación de lentes de cristal, cámaras fotográficas y telescopios. También se utilizan para las pantallas de los teléfonos móviles, así como sus circuitos y micrófono.
“¿Por qué se han vuelto tan notorios estos elementos en los últimos tiempos? Primero, porque tienen importancia tecnológica. Segundo, porque su extracción es muy cara, muy contaminante y especializada”, explicó el investigador, quien fue ministro de Minería durante el Gobierno de Evo Morales (2006-2019).
“Para que sea más barato el proceso de extracción, se requiere encontrar un yacimiento con abundancia de estos elementos. En el mundo, la mayor parte se han encontrado en China, pero también hay en Brasil, Portugal, España. Pero el mayor proveedor mundial es China”, explicó.
China llegó a proveer el 95% de los 17 elementos al mundo. “Esta dependencia ha hecho temblar a Occidente. Entonces han buscado alternativas, lo cual ha puesto en el centro de la agenda geopolítica a las tierras raras”, agregó.
Córdova, comentó que recientemente fue hallado un gran yacimiento en Suecia. Sin embargo para que estos elementos comiencen a salir es necesario trabajar 15 años: “Montar un proyecto de esta magnitud es complejo. En cualquier proyecto minero, desde que se descubre el yacimiento hasta que da frutos económicos, pasan hasta 25 años·”, comentó.
Otro problema es la contaminación ambiental; “Estados Unidos tiene un buen yacimiento de tierras raras. Extrae el material y no lo procesa en su territorio. Lo manda a China para que allí se haga la extracción y le devuelvan los elementos, porque no quieren contaminar su territorio”. Comentó Córdova.
Asimismo el ministro de minería Marcelino Quispe, informó que este año se iniciará la prospección y exploración en la provincia Independencia, de Cochabamba, donde habría uranio y titanio. En San Luis, Potosí, se encontró cobalto y cobre. En Santa Cruz se hallaron tierras raras en el cerro Manomó y en Rincón del Tigre.
Ricardo Cardona doctor en Ingeniería Energética e Industrial Universidad Técnica de Berlín, relató que actualmente China produce más de 20.000 toneladas anuales de tierras raras, que representan el 40% de la producción mundial.
Cardona, señala que Bolivia debería repetir el modelo que desarrolla para la industrialización del litio, en el caso de las tierras raras Bolivia. “Se deben explotar las tierras raras por medio de empresas mixtas, como actualmente se hace en el salar de Uyuni con empresas de China y de Rusia. Es necesario traer tecnología, además la extracción emplea ácidos nocivos, por lo cual se debe precautelar el tema ambiental”
Incursionar en la industria de las tierras raras implicaría “un salto tecnológico, porque ya no se trataría de minería tradicional, como se viene haciendo los últimos 500 años”, evaluó Cardona.